Dios Padre glorioso hoy te doy las gracias por permitirme un nuevo día de vida, a tu lado. No me dejes señor en este valle de lagrimas y preocupación. Por eso necesito la fe y esperanza para seguir conquistando tu amor, mediante el conocimiento cada día de tu palabra. Que solo así conociéndote puedo acercarme y confiar en ti. Eres un Padre amoroso, siempre dispuesto a recibirme en tu seno para regalarme palabras de aliento y fortalecer mi alma.
De tal forma que pueda enfrentar las vicisitudes que se me presentan en este nuevo día. Dándome la pauta para seguir el camino correcto. Ante ti mi Señor, me arrodillo humilde y arrepentido de tus pecados, no me alejes de tu presencia que me perdería. Solo tu amado Dios, puedes ayudarme a conseguir el sendero de paz y amor que necesito. No me dejes solo, te lo suplico ¡Oye, mi suplicas Señor! Deseo mantenerme fiel a ti sin duda ni temores, tu conoces mi corazón no guardo secretos para ti. Tu tienes conocimiento de ellos, amable Padre.
Conoces mis intereses y debilidades, no ahí secretos para ti ¡Ayúdame a mantener mi corazón limpio y libre de malos sentimientos! Necesito que mi corazón sea cristalino para entregártelo a ti Señor, mío. No deseo, mas en esta vida que solo ser tu hijo y ser digno de ti. Por favor te pido que me ayudes colocando las soluciones necesarias, a la medida de mis posibilidades.
Estoy muy agradecido, por lo que tus haces por mi porque gracias a tus bendiciones tengo una vida llena de amor, en cada día que amanece y tenemos una nueva oportunidad. Además de todo deseo contarte en tu jubilo por todo lo que poseo y puedo ver a mi alrededor porque allí consigo tu presencia. Gracias padre por mis seres queridos por los alimentos que se encuentran en la mesa cada día, por el techo que nos cobija, por el vestido que cubre nuestro cuerpo, por el aire y también por el sol. En fin, debo darte gracias por todo el amor que me das.
Aun teniendo tan poco tengo mucho que agradecer por esa razón, no paro de sentir tu amor, ya que, tengo l alma llena de gratitud para dedicártela a ti. Gracias Padre amado y permite que no me aleje de ti, que cada día me encuentre mas cerca en tu cobijo quien siempre me colma de bendiciones. En este día me siento protegido porque no paras de bendecirme y de esa forma te puedo llevar en mi corazón.
Por medio de esta comunión, bendice la consagración que tengo al recibir al espíritu santo quien me da el soplo de vida para tener las fuerzas para seguir en la lucha. Hoy me siento un ser renovado, capaz de librarme de cualquier obstáculo contra el enemigo, siempre que cuente con tu humilde compañía. Quien no me desampara ni en los buenos, mucho menos en los malos momentos, porque haces el trabajo que tiene un padre con un hijo. ¡Bendito seas mi Dios! Por hacer de mi un ser afortunado de tener tu poder reflejado en mi vida. Amén.