Que las maravillosas radiaciones de amor y paz desciendan sobre mí y mi mundo y que solo se manifieste todo lo bueno y bello que me merezco. Hoy pido lo que me pertenece por derecho de conciencia y lo que no sea para mí, no lo quiero, no lo necesito. Solo necesito de ti lo que tú me merezcas ofrecer mi Dios.
Padre amoroso, tú eres la guía perfecta, tú eres mi escudo protector, tú eres lo único que necesito para superar las pruebas más difíciles. Mi vida es diferente cuando tengo la certeza que me sigues en todos mis caminos, me proteges y alejas del mal.
Hoy deseo que me ayudes a cumplir mis metas, a cumplir a cabalidad con todo lo que me he propuesto. No permitas que el desgano o la falta de disciplina me impidan alcanzar mi sueño, yo puedo y nadie impedirá que pueda ser lo que quiero ser.
Perdóname padre por todos los errores que he cometido hasta este momento, por aquellos que he cometido de forma consiente. Y por aquellos que he cometido por hacer sentir bien a otros, ningún sufrimiento es necesario para hacer sentir bien a otros.
Pero también pido que me ayudes a perdonar a todo el que necesite mi perdón, para que pueda seguir avanzando en la vida. Y sobre todo ayúdame a perdonarme a mismo a seguir mi camino ligero y sin remordimientos por los errores cometidos en el pasado.
Quiero ser libre para siempre, quiero ser consiente de mi nueva vida y de la dicha que tengo por ver un nuevo amanecer. Por ver la belleza de la vida en su constante ciclo, hoy todo es nuevo y perfecto, hoy tengo posibilidades infinitas para ser feliz.
Te ofrezco de forma pura y desinteresada mis humildes esfuerzos para hacer de mi mundo mejor que todo el que entre en él se sienta confortable.
Ya se acabaron las lágrimas en mi vida, hoy me uno a la voluntad de Dios de dicha, amor y paz.